Caza Fotográfica

En este apartado, vamos a adentrarnos en el mundo de la caza fotográfica. Sé que a muchas personas no les gustará el término “caza”, pero partiendo de la base, que cazar es realizar una captura, nosotros capturamos momentos con nuestras cámaras, por lo que podemos considerarlo “caza sin muerte”. 

Este estilo se engloba dentro de la FOTOGRAFÍA DE NATURALEZA, como ya hemos podido ver en una entrada anterior. La intención de este es conseguir capturar momentos de la vida cotidiana de animales salvajes. Un inconveniente de este estilo fotográfico, es la fugacidad del momento. Necesitamos ser hábiles y estar atentos, ya que las oportunidades duran unos pocos segundos y puede que no vuelvan a repetirse.  Debemos tener en cuenta que es una técnica desafiante y gratificante, aunque a la vez desesperante. Debemos pensar como un cazador, y vamos a explicar unas pequeñas pautas para conseguir esas fantásticas fotos.


Una recomendación para adentrarse en este estilo fotográfico, es hacerlo en entornos controlados como el Zoo, dónde tenemos a los animales en un entorno simulado y acotados. Una vez que hayamos aprendido a hacer esas fotografías, podemos pasar a la naturaleza pura.

Lo más importante, es conocer que la caza fotográfica se efectúa sobre animales salvajes en un entorno natural. Lo consideran su territorio, y nosotros somos el elemento extraño y ajeno en ese lugar, por lo que nunca debemos olvidar la razón por la que se llama “fauna salvaje”.

Solicitud de permisos: En España, debemos conocer, que la normativa estatal y autonómica, nos obliga a estar en posesión de una autorización específica para poder realizar fotografía, filmación y observación de especies protegidas. Por lo que deberemos informarnos previamente en los órganos pertinentes.

Sobre todo en ciertas zonas o parques naturales, hay que determinar las condiciones y localizaciones, así como posible instalación de refugios o uso de refugios existentes

Integrarse con el paisaje: Tal y como ocurre en actividades de caza y pesca, debemos llevar ropa que se integre en el ambiente y colores, así como evitar colonias, que puedan provocar que los animales nos puedan distinguir. Para ello, hay que utilizar ropa de colores que se integren en el ambiente, de tejidos que al rozarse no produzcan ruido, proteger con goma las patas del trípode para no provocar ruidos al chocar con otros objetos, e incluso hacer pequeñas fundas de tela para los objetivos, si están muy a la vista, o usar cintas de camuflaje (si tienes objetivos especializados, ya vendrán decorados para camuflarse). Otro elemento muy útil es un Hide, o lo que podemos considerar un puesto de caza, estos pueden ser fijos o portátiles. Hay miles de modelos, etc. es importante comprar uno que tenga un espesor en la tela suficiente, para que el sol intenso no traspase y provoquemos sombras con nuestro cuerpo. Los específicos de fotografía son ideales, aunque los de caza se pueden aprovechar, pero debemos adaptar ciertos elementos.

Mantenerse quieto y a la espera: Para poder capturar fotografías de animales salvajes, debemos dejar que se acerquen. Esto, integrado con el punto anterior, nos lleva a buscar un lugar cómodo y lo más oculto posible, que disimule tu presencia. Cuanto más tiempo consigamos estar en el lugar sin producir ningún ruido, tendremos más facilidad para se acerquen animales sin sentirse amenazados.

Prestar atención: El oído es una piedra base en esta técnica fotográfica, tenemos que acostumbrarlo para poder captar cualquier indicio de que la especie que buscamos está cerca: crujido de ramas, pisadas sobre el suelo, ruido de agua en los abrevaderos, aleteos, llamadas a otros miembros de la misma especie, etc. Esto, también puede ayudarnos a conocer el animal que se acerca sin verlo, aunque para conseguirlo, necesitamos entrenar mucho.


IMPORTANTE: Hay que informarse bien de la distancia mínima de seguridad necesaria para las especies a fotografiar, o que habiten en la zona. Como ya he dicho anteriormente, estamos invadiendo el espacio de animales salvajes.

Fotografiar con los dos ojos abiertos: Al igual que explique en la entrada FOTOGRAFIANDO EL MOVIMIENTO, recomiendo que abramos los dos ojos durante la espera, para poder captar ese momento que nos dará la fotografía que estamos buscando. Como ya he dicho más arriba, es un instante muy rápido, por lo que si abres los dos ojos, podrías llegar a anticiparte a ese instante, para capturarlo. No penséis que digo cosas sin sentido, por ejemplo, si yo sé que un saltamontes brinca, puedo llegar a prevenir esos saltos para fotografiarlo, por lo que debemos conocer de antemano, los comportamientos naturales de las especies que queramos capturar. 

El objetivo: Para poder conseguir estas fotografías, necesitaremos un teleobjetivo, ya que hay que mantener una gran distancia con el sujeto, para no provocar que se espante. Las focales recomendadas, superan los 300 mm, aunque podemos depender de multiplicadores acoplados a nuestros objetivos, eso si, nos provocaran aberraciones cromáticas. Puede que tengamos situaciones en las que necesitemos un objetivo angular, o medio, por lo que llevar dos cuerpos preparados, en uno el teleobjetivo, y en otro el angular, nos proporcionará más velocidad, aunque esto no siempre es posible.

También debemos tener en cuenta, que, si queremos congelar la imagen, necesitamos una VELOCIDAD DE OBTURACIÓN media/rápida, por lo que, si el objetivo no es suficientemente luminoso, debemos poder trabajar con ISO elevado sin pérdida de calidad. Sobre este aspecto y hablando de los multiplicadores o teleconvertidores, nos proporcionan una pérdida de luminosidad extra al instalarlos, por lo que es un factor importante a recordar. Lo más recomendable para la gente inexperta en el modo manual, es programar la cámara en modo prioridad a la apertura, y dejar lo más abierto que se pueda y subir el ISO hasta que quede bien de velocidad ella en automático (si sabes o quieres intentarlo usa el modo manual directamente)

El trípode: Siempre es importante realizar las capturas apoyados en un buen trípode para evitar las trepidaciones, aunque en este caso depende de muchos factores como hora, especie, etc. Los de rótula rápida o mono mando, suelen ser los más cómodos para este fin, ya que no necesitan varias palancas para bloquear/desbloquear el movimiento. Si vamos a capturar imágenes de aves, depende del tipo que sean, puede interesarnos usar trípode o no.

El flash: Tenemos que tener en cuenta, que para este tipo de fotografía si usamos el flash de forma descontrolada, se espanta a los animales de la zona, por lo que recuerda, que es solo en situaciones muy necesarias y de relleno. Si puedes evitarlo, mejor. No digo que no lo uses, solo que tengas en cuenta todos los parámetros.


Tenemos que tener en cuenta que para este tipo de fotografía, necesitamos: baterías de repuesto, memorias suficientes, kit básico de limpieza, mochila impermeable para el equipo, fundas protectoras, para las lentes y la cámara. Lo más eficaz, en este tipo de fotografía, es programarla en prioridad a la apertura, por lo que nosotros marcamos el diafragma y el ISO, y la cámara regula automáticamente la velocidad de obturación. Esto proporciona que no perdamos ningún instante que puede ser valioso en el disparo para captar una imagen.

En cuanto al ENFOQUE, lo mejor es el continuo, para poder tener el sujeto enfocado en todo momento, y si seleccionamos el modo puntual, y marcamos el centro de la imagen, resultará más cómodo y eficaz. Recuerda que estas retratando un animal, por lo que lo mejor es enfocar a los ojos, siempre que puedas, claro.

Como siempre, espero que el blog este tratando los temas que más nos interesen y quedo abierto a sugerencias, dudas y consultas mediante correo a fj.gago@yahoo.es, comentario en esta entrada, o a través de las redes sociales.

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